El enorme poeta nacido en Mansilla y radicado desde hace años en París, volvió este año a su provincia de la mano de la Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos, con una edición de lujo que revela parte de su casi secreta obra dramática. Sea porque de algunas de las piezas sólo se conocieran ediciones francesas, sea porque se representaran y publicaran décadas atrás en Córdoba o en Buenos Aires, el teatro de Arnaldo Calveyra era hasta ahora un misterio a develar, algo que con esta importante publicación comenzó, paradojalmente, a tener su clausura.
El autor de Cartas para que la alegría, entre otras obras, se manifiesta con gran conocimiento de la escena, como habiendo aprendido de su amigo Peter Brook algunas enseñanzas centrales. El teatro que da a conocer aquí lo revela acaso como uno de los dramaturgos entrerrianos más importantes de la segunda mitad del pasado siglo, pese a que las piezas esperan ahora su oportunidad de ser llevadas a escenarios del Litoral.
La edición del voluminoso libro, completado con valiosos textos de Claudia Rosa, Sergio Delgado, Marilyn Contardi, Gabriela Olivari, Pablo Gianera, Daniel Samoilovich y Renée Saurel, entre otros materiales y documentos actualizados, seguramente se define como uno de los acontecimientos del campo disciplinar de las últimas décadas. "Con este libro el teatro de Calveyra ingresa definitivamente a la escena argentina", señaló Dubatti, y agrega "La dramaturgia de Calveyra demuestra que el mapa del teatro argentino no se superpone con las fronteras geopolíticas nacionales, las trasciende. Porque los mapas teatrales no son nunca nacionales, el mapa del teatro argentino nunca es nacional, sino específico de la singular, muchas veces secreta e imperceptible dinámica territorial y transterritorial de contactos, cruces y traslados de la escena mundial." Lo mismo vale para los teatros de las provincias, en sus escalas regionales.
Resulta inadmisible creer que estas seis obras tituladas El diputado está triste -en la que Olivari observa, que "se mezclan la literatura fundacional occidental y la literatura oral criolla, entrerriana"-, Moctezuma, Latin American Trip, La selva, Cartas de Mozarty El eclipse de la pelota, obra inspirada en el Popol Vuh, no formen parte, en potencia, por ahora, de nuestros teatros. Gráficamente señaló el autor en una oportunidad: "Siempre estará el trabajo del actor en el centro de nuestros intentos por lograr un espectáculo de interés. El actor, con su convicción, realiza el milagro de que le creamos a él y, al mismo tiempo, que creamos en el personaje que encarna. Es como el balsero del río Gualeguay, nos sacaba de ,una costa para dejarnos, si todo andaba bien, en la otra costa". Los tonos, los temas y las reflexiones sobre la vida de lo escénico, son las de un atento y agudo artista latinoamericano, de enorme prestigio internacional. El trabajo y compromiso de una vida con la palabra natal, el silencio, la memoria y el cuerpo de un teatro único.
Por Guillermo Meresman
La otra butaca - Año 2 Nº 6 - Diciembre de 2012