Los Baúles Andariegos comienzan hoy a recorrer los barrios de la capital entrerriana y así inician así su cuarto año de trabajo. Este exitoso programa ha logrado acercar material de lectura a instituciones alejadas del radio céntrico y de esa manera revalorizó la literatura como espacio de libertad y colocó al libro como objeto mediador para instaurar ámbitos de encuentro ciudadano, promocionar la lectura y rescatar la palabra como herramienta de inclusión. Andrea Rutt, una de las responsables becarias, dialogó con ANALISIS sobre estas bibliotecas ambulantes y la necesidad de reponer los libros que han sido desgastados por su buen uso.
Florencia Penna
Los Baúles Andariegos comienzan hoy a recorrer los barrios de la capital entrerriana y así inician así su cuarto año de trabajo. Este exitoso programa ha logrado acercar material de lectura a instituciones alejadas del radio céntrico y de esa manera revalorizó la literatura como espacio de libertad y colocó al libro como objeto mediador para instaurar ámbitos de encuentro ciudadano, promocionar la lectura y rescatar la palabra como herramienta de inclusión. Andrea Rutt, una de las responsables becarias, dialogó con ANALISIS sobre estas bibliotecas ambulantes y la necesidad de reponer los libros que han sido desgastados por su buen uso.
Tres baúles de diferentes colores (naranja, verde y violeta), que llevan fileteados su nombre, atesoran más de 400 libros cada uno para ser descubiertos por niños y jóvenes de Paraná. Cada baúl se instala durante un mes en una escuela o institución barrial que lo solicita, es recibido con una fiesta y despedido con otra, y entre tanto se realizan diversas actividades destinadas a la promoción de la lectura, al fortalecimiento de las bibliotecas del lugar como así también a dinamizar el trabajo con los destinatarios.
Baúles Andariegos - Más libros para más chicos se denominó al programa iniciado en 2003, que depende actualmente de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y la Secretaría de Cultura y Deportes de la Municipalidad de Paraná. Es dirigido por la licenciada María Elena Lothringer y el trabajo en las instituciones es coordinado por cuatro becarios de la UNER que se presentaron a concurso de antecedentes y oposición. Ellos son: Alejo Prudkin, Noralí Moreyra, María Adelina Quartino y Andrea Rutt.
La labor itinerante de este año comenzará hoy en la Escuela Héroes de Malvinas, del Barrio Paraná V (Artigas y Cochrane). “Esta escuela -dijo Rutt- había solicitado los baúles en años anteriores, pero hay una convocatoria muy grande y hay criterios para evaluar el lugar donde se va a establecer el baúl. Ahora les toca a ellos, que estaban con muchas ganas de recibirlo. Como siempre, se prepara una fiesta para la llegada y otra para la salida y eso, creemos, lo viven como una apropiación muy grande de la lectura y la significación”. Pero ¿qué condiciones tiene que tener una institución para recibir un baúl? En principio debe estar alejada del centro pues, se sabe, las bibliotecas de la ciudad se concentran en su radio. Como uno de los objetivos del programa es llegar a los chicos que menos acceso tienen a los libros, se prioriza además los lugares que no tienen biblioteca y los que tienen unas muy pequeñas. Otro requisito es tener un espacio físico adecuado o seguro para el resguardo del baúl.
Son muchas las solicitudes que se reciben durante el año. “En 2005 tuvimos alrededor de 40 pedidos de escuelas, organizaciones barriales, vecinales. Cada baúl en el año recorre cinco o seis instituciones. Y a veces, para fortalecer el trabajo institucional o los lazos interinstitucionales con otros del barrio, dejamos el baúl más de un mes”, comentó Rutt. Ante esta realidad, es esperable que el material de lectura se vaya deteriorando, es inherente a su buen uso: su manipulación y lectura. “Queremos conseguir la reposición de los libros porque han sido desgastados, recontra bien usados. Es súper necesario para seguir existiendo. Acercar más libros a los que menos libros tienen es algo que tenemos que conseguir sí o sí. Y además nos hace falta libros para los más pequeñitos y para los adultos, porque nos solicitan en los encuentros”. Según el convenio marco, es a la Secretaría de Cultura y Deporte de la Municipalidad de Paraná a la que le corresponde realizar la compra de los libros. “Hemos tenido todo el apoyo, porque es un proyecto que ha trascendido gestiones y mantenerlo ha sido importante. Pero queremos seguir fortaleciendo el trabajo en los barrios y con los chicos, que es lo más importante. Esperamos poder seguir trabajando”, expresó la becaria.